sexta-feira, janeiro 02, 2009



"(...) El resultado es que mi vida es un experimento perpetuo entre la nada y la nada. A veces el experimento se torna vertiginoso y brutal. No puedo separar artificialmente lo que hago y lo que pienso de lo que escribo. Si viviera en Estocolmo mi vida quizás sería lenta, monótona, gris. Los alrededores son decisivos. Lo unico que puedo hacer siempre, en Estocolmo, en La Habana o donde sea, es construir mi proprio espacio. Nunca puedo esperar que alguien me dé la libertad. La libertad tiene que construirla uno mismo. Como? Cada quien tiene que descubrirlo por sí mismo. Mi libertad la construyo escribiendo, pintando, sosteniendo mi visión simple del mundo, acechando en la jungla como un animal, impidiendo intromisiones en mi vida privada. Lo esencial para el hombre es la libertad. Interior y exterior. Atreverse a ser uno mismo en cualquier circunstancia y lugar. La libertad es como la felicidad: nunca se llega. Nunca se tiene completa. Sólo es el camino. Uno camina en pos de la libertad y la felicidad. Y así se vive. Es a lo unico que podemos aspirar. Unos pocos años atras, y durante mucho tiempo, mi vida estuvo atada a sistemas, conceptos, prejuicios, ideas perconcebidas, decisiones ajenas. Aquello era demasiado autoritario y vertical. Así no podia madurar. Vivía en una jaula, como un bebé al que protejen y aíslan para que jamás endurezca sus músculos y desarrolle su cerebro. Todo se desmoronó delante de mí. Dentro de mí. Con mucho estruendo. Y estube al borde del suicidio. O de la locura. Debía cambiar algo en mi interior. De lo contrario podía terminar loco o cadáver. Y yo queria vivír. Simplesmente vivir. Sin agobios. Quizás con algun dia feliz. Y reducir las angustias. Eso es imprescindible: reducir las angustias. Quizás es solo un asunto de cambiar el punto de vista. Hay que estar plenamente presente donde uno se encuentra, y no escapar siempre."

(Pedro Juan Gutiérrez - Animal Tropical)

Um comentário:

Anônimo disse...

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